Mi nombre es Miguel Angel Boccalon Hernandez, soy Ingeniero de sistema, life coach con certificacion internacional obtenida en con la ILC Academy, motivador y próximamente autor de mi primer libro que estoy escribiendo como uno de mis proyectos de vida más preciados. Cuando cumplí los tres años de edad, fui diagnosticado con una enfermedad visual llamada retinosis pigmentaria. Resulta que es una enfermedad hereditaria y degenerativa, es decir, la padezco desde mi nacimiento y va empeorando con el pasar del tiempo.  Hoy, a mis 40 años, aún no se ha conseguido cura ni tratamiento efectivo y soy “legalmente ciego”. Esto me ha mantenido desde hace muchos años, constantemente adaptándome a infinitas situaciones y a mi entorno para poder alcanzar mis metas y objetivos, aunque parecieran imposibles para una persona con discapacidad visual.

Me gradué de bachiller en 1994, comencé estudiando ingeniería eléctrica, pase a estudiar 7 semestres de ingeniería civil, emigre a los Estados Unidos en el 2000 donde estudie inglés como carrera, y complete el grado de asociado en ingeniería, para en el 2006 regresar a Venezuela, donde a pesar de haber podido validar unas pocas asignaturas, me toca casi comenzar de nuevo para al final poder graduarme de lo que realmente me gustaba y siempre quise, ingeniería de sistemas.

Trabajo desde que tengo 14 años, donde me ha tocado alternar entre labores y estudios para poder conseguir todo lo que he querido. Además, siempre he hecho muchos deportes como Natación, polo acuático, saltos ornamentales, y he formado parte de las selecciones del estado e incluso de la selección nacional de natación para participar en competencia internacionales. Cada vez que tenía un tiempo libe, encontraba algún otro deporte para practicar como basketball, bowling, ciclismo de montaña, y durante los últimos tiempos me he dedicado al atletismo, a correr y prepárame para distancias largas.

Una de las cosas que más difíciles me han resultado en la vida, ha sido superar un tumor cerebral que me fue diagnosticado en el año 2009, por el cual tuve que ser operado y como consecuencia perdí el equilibrio y el caminar totalmente, por lo que me toco desarrollar y aprender a usar mis piernas para andar nuevamente “después de viejo”.

Hoy en día, disfruto y agradece estar siempre junto a su familia y amigos, pero igualmente reconoce lo duro que fue crecer como persona con discapacidad, teniendo que aprender a sobrellevar conductas inapropiadas, burlas y una gran falta de entendimiento por parte de otros sobre lo que significa la condición de deficiente visual.

Una vida llena de emociones y aventuras, un balance de pasiones que se sintetizan en una frase: “No permito que otros me digan hasta donde soy capaz de llegar”. Actualmente me encuentro dedicado a impulsar, desde la ciudad de Quito, Ecuador, la práctica como Motivador y Life Coach, para así́ llenar una necesidad en América Latina, seguir adelante con mi crecimiento personal pero con la premisa de ayudar a los demás.